Oda

 Tierra de senderos abandonados,

Lugar de encuentro animal,

Llévame hasta ti y te daré todo lo que me diste,…

Ruta ensombrecida por los arbustos que te rodean,

Mágico es tu olor a romero,

Mágicas tus rocas que claman ser Escaladas,

Tierno el sonido del eco de tu voz,…

Llévame a conocer aquello que a nadie enseñaste,

Y como cuando era niño,

Conoceré el suave roce de una rama en mi pierna,

Pero solo si el viene conmigo,

Solo si no me arrancas lo que me entregaste,…

De pequeño recorría sus largos prados,

Vivía cerca del lugar en el que aprendí ha escribir,

El lugar que se llevó mis primeros versos.

Donde me sentaba,

Donde apoyaba mis pequeñas manos,

El lugar en el que te das cuenta de lo que eres,

Qué amas,

Como deseas vivir.

Ese lugar guarda un sitio especial en tu corazón,

¿Cómo olvidarlo?

Sí,

Era especial,

Era diferente,

Algo que no olvidar.

Cómo no,

Allí llevé a mi primer amor,…

Sentí que mi mundo cambiaba,

Sentí que mi vida soñaba,…

Lancé mi mano al aire,

Toqué los pétalos de una flor,

Tomé su mano, y le di un beso en los labios,…

Nada me hacía pensar que aquello ocurriría,

Nadie me dio la esperanza de poder llegar si quiera a soñarlo,

Pero ahí estaba, a los brazos de mi pequeño amado.

Sentí la magia del lugar en el aire,

Y miré a sus tiernos ojos con una sonrisa,

Nadie me hizo tan feliz,

Nadie me amó así,

Pero yo de allí no me quise ir,

Pues la magia del lugar me hizo sentir así.

Viví mucho tiempo a la espera de aquel día,

Y no imaginé que el lugar estaba a mi espera,

Las nubes desaparecieron cuando el bajó del coche,

Y aunque yo no lo quería creer,

El ya era mío,…

No se si será el lugar,

No se si será mi amor,

Pero desde aquel día,

Me pertenece sin condición.

Sentí que su voz me llamaba,

Y cuando miré atrás,

Allí vislumbré al hombre que era mi alfa,

Mi omega,

Mi todo o mi nada,

Mi principio y mi fin.

Sentí que la vida se acabaría si el no vivía,

Quizás no valiera para nada seguir sin el,

Pero de momento en mis brazos descansaba.

Aquel lugar era diferente,

Allí la magia me decía que era verdad lo que ocurría,

Y mi amor cada vez más grande era.

Sentí la silueta de la fémina del lugar,

Y como cuando era niño,

Una sonrisa se dibujó en mi cara,…

Aquella mujer ardiente,

La nunca vista por un hombre vivo,

Dibujó el nombre de mi amado en una canción,…

Cual hada,

Que ese decía era su cargo,

Inundó la pradera con su bella voz,…

Solo yo podía escucharla,

Mis clamaban la búsqueda de más,

Mis ojos se lanzaron al cielo en pos de concentrarme,

Y mi pequeño sentía que por ese momento,

No me encontraba allí,…

Tomé su mano junto a la mía,

Y pudo ver que se me dibujó una sonrisa,

Veo,

Siento,

Quiero,

Amo,

Río,…

Dejé  que se levantara y siguiera su camino,

Fue hacia un sendero que llevaba a un pequeño bosque,

Y me indicó que le siguiera.

Corría hacia lo lejos,

Y susurraba mi nombre entre risas,

Descalcé mis pies,

Y pude llegar a coger su brazo,..

No se si será el lugar,

La magia,

La pequeña hada que cantó su nombre,

El caso,

Es que desde entonces le tengo a mis pies.

Una ardilla recorre el camino,

Y su rápido caminar,

Incita que quiera escribir una canción de amor.

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